Detenerse a escuchar Wildlife es sumergirse en un viaje sin turbulencias ni obstáculos. El sol brilla y el viento sopla, mientras la etérea voz femenina empalaga con su dulzura y se acopla perfectamente a las melodías nostálgicas. Pero Headlights no entrega esa añoranza y melancolía invernal; por el contrario, el cuarteto ofrece florecimiento y esplendor en stop motion, a causa de la estática atmósfera que configuran los distintos elementos sonoros.
A través de composiciones de excelente factura, Erin Fein y compañía tienen la capacidad de hacer aflorar las más tersas y delicadas emociones. ‘Love Song For Buddy’ es uno de los temas que cumplen a cabalidad con esta labor, mientras que ‘Secrets’ se convierte en una oda a la reminiscencia y el apego a los lugares comunes. Un parque, la calle o una habitación vacía se transforman en impecables pasajes por los cuales puede transitar la mente, durante algo
más de cuarenta minutos.
Revista Extravaganza!
Noviembre 2009
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