Este es el proyecto en el que se embarcó Sebastián Fernández junto a su amigo y socio, Gonzalo Albornoz. Establecidos hace tres meses en el centro de Santiago, estos tatuadores ya tiene un buen tiempo dedicándose a plasmar deseos con las tintas. Luego de trabajar en el estudio Nuestra Familia, Gonzalo decidió abrir un nuevo taller con el nombre de un antiguo espacio que poseía en San Bernardo. Es ahí cuando se une con Sebastián y forman De La Vida Tattoos. Albornoz lleva 14 años de arduo trabajo y aprendizaje autodidacta. Sus trabajos se mueven con precisión por la línea del old school, con líneas gruesas y bien definidas, colores planos y sólidos. Por su parte, Sebastián prefere el terreno del realismo y las imágenes orientales, confesando una real inquietud por dar un giro personal, y evolucionar en la técnica. A pesar de esto, ambos caminan con paso firme por cualquier estilo. Una seguridad que sólo entrega la pasión, el trabajo y el talento. Su estudio se ubica en Merced 839, local 76, Metro Plaza de Armas.
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